El comienzo

Era un día común y corriente en donde la banda se dedicaba a lo suyo, entre cocinar, platicar, ver la tele, chatear y básicamente hacer cosas que no incitaban al espíritu deportivo. Sin embargo, una chispa, una idea, un grito desesperado por poner sus puercos, digo sus cuerpos a trabajar, hizo que naciera este H. equipo que hoy se consolida como uno más no de la 1ra, no de la 2da, no de la 3ra, no de la 4ta, no de la 5ta, como por ahí de la 8va división de la liguilla llanera.

Los orígenes del Real Gryffindor FC se remontan a principios de este siglo, el XXI, para ser exactos, en el año 2009 se reunieron el grupo de amigos al calor de unas cheves, unos taquitos con copia y jardín, en la casa mansión de 6 recamaras ubicada en Obreros Municipales. Ahí empezaron a hablar de lo bonito que sería tener un equipo de fut que sirviera para que después de cada partido fomentara el compañerismo con que? Obviamente con otras chelas.

Nota: No debe pensarse aunque parezca, que se formo el equipo por la frustración de que nunca pudieron jugar futbol profesional.

Recordamos nuestra pasión por el cine y básicamente de ahí nace el nombre, haciéndole honor al maguito que tiene buena vara, y su escuela llena de gloria Gryffindor, lo que hizo que adoptáramos el nombre como estandarte del equipo. NOTA: El nombre no proviene de su parecido con el término “Grifo” dícese del individuo pacheco y mariguanillo sin oficio ni beneficio.

En la época amateurs, osea esta misma donde nos encontramos, se forma la alineación primaria: Galo Hernández “Galo”, Roberto Mijangos “Pipo”, Juan Solano “Escarcha”, Rosemberg Palacios “Ñero”, Angel Vega “Angel”, Sergio Segura “Aleman”, Eduardo Hernández “Eduardo” y Eduardo Sainz “Cinthya” y los demás que son mas bien banqueros aficionados que entran cuando alguno se enferma o no va por irse al antro.

Sin embargo el camino no es fácil, había que sortear diversos obstáculos, como fue conseguir el balón porque ni para eso querían cooperar, los uniformes, y pues también punto importante, alguien que quisiera competir con ellos, porque están de acuerdo que no cualquiera se avienta el paquete. Por lo cual fue necesario hacer una reunión acompañada de varios cartones de caguamas y poner las ideas sobre la mesa.

Pues ya para no hacer el cuento largo, en un fin de semana salió todo el desmadre, se junto la lana para la inscripción, el árbitro organizador de ligas el “Macaco” nos conectó con un torneo medio piojo en el H. Deportivo Ferrocarrilero, se compraron unas playeras de tianguis, les estampamos el escudo patrocinado por la papelería por excelencia en Xalapa: “Buhos”, y a jugar se ha dicho.

Pero lo más importante de esta historia es lo siguiente: “Los amigos son para siempre, no solo para una noche de futbol”